Ya es una tradición. Se devalúa el real y pensamos en ir a Brasil.
Lo cierto es que la caipirinha y el choclo serán más baratos. Los hoteles no bajaron sus precios, por el contrario, algunos los han subido ligeramente.
Pero son datos reales, se hablan de un aumento de entre el 15 y el 50 % en relación a la temporada anterior.
En realidad, los altos y aterrorizantes precios de la costa atlántica argentina tienen mucho que ver con la decisión de partir hacia el país vecino.
Las playas brasileñas son atractivas, la hotelería es de calidad. Además, las compañías aéreas cobran más barato el pasaje si uno permanece en Brasil más de diez días, por eso, según informan fuentes consultadas por los principales diarios argentinos, la gente está comprando paquetes turísticos de 14 días.
El Sur de Brasil es el destino más elegido.
Como siempre, en la fantasía de los argentinos, el viaje a Brasil es la posibilidad de visitar a precios razonables, playas paradisíacas.
Es un clásico, como la costumbre brasileña de recorrer la calle Florida en busca de prendas y calzados de cuero.
¿Buenos vecinos? En lo que a turismo se refiere, andamos bien a nivel intercambio.
Fuentes consultadas, diarios La Nación y Clarín.