Clase 8. Jueves 25 de abril de 2019.
Página 50. Silvia Tubert. Formaciones del inconsciente es una expresión que no está presente en la obra de Freud. Es un término lacaniano. También lo usó Jung pero con otro significado. En Freud son formaciones clínicas. Freud fue tomando distintos fenómenos para explicar esto del inconsciente. En su obra “El chiste y su relación con el inconsciente” Freud intenta mostrar que la operatoria lingüística es solidaria con lo que sucede en las formaciones del inconsciente. En sus obras “El chiste y su relación con el inconsciente”, “La interpretación de los sueños” y “Psicopatología de la vida cotidiana” Freud hace análisis pormenorizado de lo lingüístico. A esas producciones de sentido Lacán las llama formaciones del inconsciente. La noción de inconsciente Freud la va pariendo y propone que no quede subsumida en el concepto de la filosofía. Lo inconsciente es racional y tiene una lógica. Freud intenta dar cuenta de operaciones que realiza el inconsciente. Condensación y desplazamiento pero también procesos primarios. Las leyes de operatoria son condensación y desplazamiento. Lacán lleva esto a otro campo y habla de metáforas (condensación) y metonimia (desplazamiento). Metonimia y metáfora es un vocabulario que no está en Freud. A veces escuchamos que se habla del inconsciente como algo oscuro, tenebroso, con profundidad, sin embargo, desde nuestra lectura no es así. Freud dice que “lo inconsciente está en la superficie del discurso.” La escuela psicoanalítica de Melanie Klein hizo de lo inconsciente una idea de profundidad. Lo inconsciente como profundidad. El paciente dice algo y el analista tiene que buscar debajo, detrás y en lo profundo. Freud plantea que para aproximarse al trauma hay que atravesar sucesivas capas de cebolla. Es como que Freud oscila entre una y otra concepción de lo inconsciente. El inconsciente tiene operatoria lógica. No es cronológico. Tiene que ver con las inscripciones en el aparato psíquico y perviven los efectos. De grandes podemos tener muy frescas algunas escenas infantiles. Freud dice que el inconsciente es un poder actual. Lo inconsciente no es sinónimo de pasado. El Edipo es algo actual. Neurosis de destino. Freud dice que algunas personas parecen destinadas a terminar siempre de la misma manera. Para el psicoanálisis no hacemos lo que queremos sino lo que podemos. Muchas veces sin terapia y otras veces con terapia. En lo inconsciente tenemos una sobredeterminación y esa historia es una historia sexual. Es un inconsciente racional con una operatoria. La razón no es el yo o la conciencia. Freud le da muchos palos a la razón. Para Freud lo inconsciente no es caos. El funcionamiento mental es regido por principios. La palabra “subconciente” no es una palabra que se use en psicoanálisis. En “Psicopatología de la vida cotidiana” Freud analiza los equívocos de la vida diaria, las caídas, los tropiezos, todo lo que nos pasa cuando estamos frente a la castración, angustiados. Freud quiere encontrar cómo opera lo conciente y aparecen tropiezos que manifestarían cuestiones de otro orden. En Psicopatología de la vida cotidiana habla de suicidio. Parecería que el sujeto cede a una pulsión de autodestrucción. Lo reprimido inconsciente son pensamientos, ideas. El sujeto no se subsume al yo. Esto está en distintos textos de Freud pero Lacán lo plantea tajantemente. Un paciente me dice: quiero dejar de pensar en eso pero no puedo dejar de pensar. Entonces ¿quién piensa? Freud dice “el yo es el héroe de todas las novelas”. Los hombres muchas veces dicen “yo sé lo que te digo” porque el yo se emborracha de saber. El yo se muestra así. El yo es lo redondito de la gestalt. Hay una ilusión de belleza, armonía, mostrarse agradable. El sujeto del inconsciente: estamos sujetados. Esa sujeción a lo inconsciente hace que no podamos hacer determinadas cosas. ¿Cómo se concatenan esas cosas? Se puede modificar la asociación de las huellas pero no las huellas. Las holofrases. Se dan mucho en adictos. No significan nada. En un paciente del profesor la palabra tomar formaba parte de muchas frases. Con los pacientes hay que hacer mover la energía. A veces está enquistada en una representación. En un paciente la palabra tomar se refería solamente a alcohol. “Me parece que voy a volver a tomar”. Siempre era vino. Funciona como un signo en ese paciente porque siempre significa lo mismo. Entonces el profesor le dijo: “Sí que podés tomar, podés tomar otras decisiones”. El profesor trató de tocar esa representación que estaba como coagulada. Siempre era alcohol. “Es lindo tomar decisiones. Pensá y seguimos charlando. Te propongo que tomes decisiones. Chau. Hasta la próxima sesión”. El profesor dice: “intervine en el relato del paciente con el relato del paciente”. Texto de Silvia Tubert. Página 50. Los síntomas neuróticos. Decir síntoma y decir neurótico es decir lo mismo. El psicótico no hace síntoma. Síntoma es una transacción de representación o una formación del inconsciente. Son distintos modos de decir. En el psicótico se diría indicadores clínicos pero no síntomas. Si hay sustitución estoy frente a una neurosis. Por eso en la psicosis no se usa la asociación libre, porque no hay sustitución. En la sustitución una cosa me lleva a la otra. Freud toma el sueño y habla del sueño como de la otra escena. Sueño como producción onírica. Esas producciones están en otro escenario. No están bajo el gobierno yoico. Están en una escena no gobernada por el yo. ¿Quién piensa las otras escenas? Los sueños, los pensamientos compulsivos. En la terapia se trata de hacer hablar al otro que habita en mí. Para Klein el inconsciente es la fantasía fundamentalmente. El problema de la asociación libre es que uno es como que lo invita al paciente a dejarse llevar por los pensamientos que le vienen aún si son desagradables. El obstáculo que se presenta es que la gente se manifiesta desde el yo, todo armadito. “Yo le voy a contar todo ordenadito” dice el paciente. ¡No me interesa! dice el terapeuta. El yo ofrece resistencia. No quiere dejarse llevar. El paciente marcado por la obsesión es el más difícil porque quiere controlar todo. El terapeuta tiene que hacerse el que conversa con el paciente para que éste se suelte. El yo siempre quiere ir para un lado que es para donde el terapeuta no quiere ir. El terapeuta debe cortar porque > ojo > el terapeuta me hizo hablar del dolor. También el terapeuta puede decir > ya me contaste lo de tu hermana. El terapeuta debe buscar las fisuras. No es la idea que el paciente nos gobierne pero tampoco debemos caer en la lucha del poder. A veces los fallidos están en el primer encuentro. Un paciente saluda a su terapeuta en el primer encuentro y le dice: mucho busto. Sí, ella es una terapeuta que tiene mucho busto. La incomodidad yoica por no haber controlado le hizo decir al paciente ¡no quise faltarle el respeto! El terapeuta puede decir: ¿busto? También escucharse decir es parte de la terapia. ¿Busto? A veces la gente se sorprende cuando le devolvemos lo que dice. ¿Yo dije esto? La gente ofrece su decir para que otro escuche su decir e interprete. Los síntomas neuróticos: Silvia Tubert remite a la neurología de la época. Las parálisis histéricas no se corresponden con la neurología. La neurología tiene una lógica y en las histerias no había lógica. Se recortaba una zona del cuerpo pero era la palabra la que recortaba el cuerpo. Los médicos decían: son unas simuladoras. Mienten. No tienen nada. Se recortan por el lenguaje convencional y no por la neurología. Cuerpo de histérica. El médico escucha el soma. El terapeuta psicoanalítico escucha al paciente: la palabra. Página 51. Trabajo clínico con los pacientes. Así Freud elaboró la noción de síntoma. Paciente Cecilia. Liberar el afecto estrangulado. Liberar así nomás es descarga y no necesariamente cura. Teoría de la abreacción. Abreacción es la descarga de emociones y afectos ligados a recuerdos, generalmente de experiencias infantiles penosas o dolorosas y que por esta razón han sido reprimidas. Freud al principio hacía foco en la abreacción a través de la hipnosis pero al ver que el síntoma se desplazaba hacia otro lugar y no se curaba Freud abandona la hipnosis y plantea que el paciente tiene que estar lúcido al liberar la carga emotiva y nace así el método de la asociación libre. El paciente cuando sabe lo que le pasa y viene y nos lo cuenta solo a nosotros nos está haciendo una confesión. Momento de catarsis. No es terapia. Pero ¿cuáles son las sobredeterminaciones que lo llevaron a esto? ¿Cuándo sucedió esto? Hace 10 años. ¿Por qué lo cuenta ahora? “No lo sé”. “Lo no sabido de un saber es lo inconsciente”. Esto es Freud puro. Es el saber que cayó bajo la represión. El sustituto deviene insoportable ante el sujeto. Lo que no sabe el paciente es cuál es la representación que está por detrás. Eso no sabido es lo inconsciente. Hay que preservar la autonomía del paciente. El paciente tiene que poder decidir. El momento de decidir cambia todo. Hay conmoción en la toma de decisiones. Eso es ser sujeto. El obsesivo procastina, pospone. El momento ideal es nunca. En este sentido los ideales postergan. La decisión es un acto. Decidir es ser sujeto. Es muy importante decidir. Sepan que hay gente que dibuja. Podemos dibujar con las palabras y quedamos bien con todos. Como terapeutas hablamos, pero no es una conversación, es un intercambio de palabras. La asociación libre es libre desde el punto de vista del yo pero en realidad no es libre. Lo que viene está determinado. No es azar porque los pensamientos que vienen responden a una causalidad. No es casualidad decir mucho busto en lugar de mucho gusto. Menem, en una oportunidad, en lugar de decir repito dijo reputo ¿qué estaría pensando? En la terapia, el terapeuta puede sentirse tironeado. ¿Qué hago? ¿Qué le parece? ¿Cómo me ve? ¿Me separo? Hay que buscarle la vuelta para que decida. La hipnosis nunca posibilitaría el acceso al inconsciente. Es al revés. Objetaliza al paciente. Freud tiene una teoría de lo inconsciente. Otras escuelas no. Freud abandonó el método catártico y arribó a una teoría nueva. Ya no se trata de acallar. La hipnosis enmarcaba. Esos pensamientos que funcionan solos ¿quién los maneja? La resistencia va teniendo distintos nombres. Asociar no es un camino liso, llano y despejado ¡No! Represión: la resistencia como operación inconsciente. Por otro lado ¿qué instancias oponen resistencias? La resistencia parte del yo. El yo no quiere ser incomodado. No tolera perder el control de su decir. Un obstáculo a sortear desde la asociación libre. Hay pacientes que traen ya armado lo que van a contar o que tienen su teoría de por qué sufren. Nuestra función es cuestionar sus teorías. Tenemos que llevarlos más allá. ¿Quién lo lleva a estar ahí donde está? Sé mucho de mí pero no puedo hacer una movida distinta en mi vida. Para cambiar tiene que pasar algo. No sé qué me pasa. En el lugar de agujero puede aparecer un posible analista. Las personas le demandan mucho al terapeuta.
FIN DE LA CLASE
Procesos primarios y secundarios. Resúmenes Universidad Nacional de Rosario.
posted by Proyecto San Telmo. Spanish tutors in Buenos Aires Argentina.